Había una vezen el jardin de un palacio un hermoso estanque, en el que vivían un montón de peces rojos. Un día el más curioso de todos quiso salir a explorar, pero no a cualquier sitio, quería ir a explorar fuera del estanque. Sus amigos le dijeron que no lo hicieran, pue los peces no pueden respirar fuera del agua.
Él no les hizo caso, tomó aire y de un brinco salió del estanque, pero al llevar unos segundos fuera del agua, el pez comprendió las razones de sus compañeros y nunca más lo volvió a hacer.
Lucía
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