Hoy el conejo malo va a hacer su venganza.
Los ocho conejitos están desayunando y contándoles a su madre lo ue habían soñado.
- Mami, mami, nosotros cuatro hemos soñado que el conejo malo escaparía de los granjeros y pensaría su plan el el bosque, dijo un conejito que se llamaba Pablo.
- Mami, notras cuatro hemos soñado que su espíritu vivo sería el que haría su venganza, dijo Lola, una conejita.
- Niños, teneis que saber que ese conejo nunca cumple lo que dice, no le hagais caso. Seguro que ya habrán hecho estofado de conejo, dijo la madre.
En el cole, cuando fue la hora del recreo, no podían parar de pensar en lo que había dicho su madre.
Mientras tanto, en la granja estaban intentando hacer estofado con el conejo, pero... el conejo intentaba huir, pero hicieron estofado con él. El olor de estofado se olía por toda la granja.
- ¡Mmmmm que bien huele!- decían todos en la granja.
Después del cole, los ocho conejitos estaban empezando a creer en lo que le había dicho su madre, porque había olido el olor del estofado.
Al llegar a casa le habían dicho a su madre:
- ¡Mamá, tenías razón!
Pero... el repartidor había traído una carta que ponía: "Ayúdame hermana, en el bosque hay un fantasma que está asustando a todo el bosque. Saludos. Tu hermano Lucas.
La madre de los ocho conejitos estaba muy asustada, se lo dijo a sus hijos y fueron al bosque.
Al llegar al bosque vieron que el fantasma era el conejo malo.
- ¡Para ya! dijo Lola.
- Te voy a matar por gritarme dijo el conejo malo.
- Nooo, dijo Pablo y le dió en su punto débil y, desapareció.
Al volver a casa le dijo Lola a Pablo:
Gracias por salvarme.
De nada, dijo Pablo.
Y se fueron a cenar a casa.
(Continuará)
Lara
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