lunes, 28 de marzo de 2011

CAÍDA DE UN DIENTE

El viernes  iba en el coche bajando de Piñor con mis padres y mi hermana. Noté que un diente, que se movía diías atrás, empezó a moverse mucho. Decidí armarme de valor y tiré de él hasta arrancarlo, lo guarde en mi mano hasta llegar a casa donde lo puse debajo de mi almohada. Esa noche dormí con la ilusión de que el Ratoncito Pérez me dejara nuevamente dinero ( y van unas cuantas), cosa que hizo otra vez. Después comprobé que Pérez lo había guardado con los demás en la caja en la que mamá colecciona todos mis caídos dientes.
Amelia

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