Había una vez una casita de chocolate. Allí vivia una bruja a la que no le gustaban nada los niños. Pero un día aparecieron unos niños que querian probar un trocito de chocolate de la casa. La bruja los vio los y los convirtió en estatuas de piedra.
Solo los poderes del hada del bosque pudieron deshacer el hechizo y así, los niños, pudieron irse a su casa. Y... colorín colorado este cuento se ha acabado.
Gabriel
No hay comentarios:
Publicar un comentario