Habia una vez un patito que siempre se escapaba de su nido para jugar y su madre le reñía. Le decía que un día se iba a perder. Un día se alejó tanto que no supo regresar. Se dio cuenta de que estaba perdido. Su madre, al ver que no regresaba, preocupada fue a buscarlo y lo encontró llorando y con mucho miedo. Desde ese día le quedo claro que hay que obedecer a los mayores.
Lucía
No hay comentarios:
Publicar un comentario