Un día cansado de oir tanto alboroto, decidió poner una trampa, pero no encontraba nada y puso una trampa mas grande, pero no cayo nadie en ella.
Al cabo de una semana, cansado de no encontrar nada en la tranpa, decidió quedarse a dormir en el tejado. Se escondio detrás de unas cajas pero a media noche se despertó con una luz cegadora, pero cuando se fue esa luz, vio que el tejado estaba lleno de ... ¡ hermosas hadas!
Asustado, se acercó y les preguntó que hacían en su tejado. Ellas le respondieron que unos malvados y viejos duendes las perseguían para hacerlas sus prisioneras porque ellas tenían el don de hacer realidad los deseos que les pidieran.
Luís, que era como se llamba el viejo mago, se quedó pensando en la manera de atrapar a los malvados duendes, y decidió ponerse a trabajar en una enorme trampa amarilla.
Cuando la terminó les dijo a las hadas que tenía un deseo: Que apareciesen los malvados duendes. Ellas hicieron realidad su deseo. Al aparecer los duendes, dejó caer la trampa sobre ellos y les dijo a las hadas que los hicieran desaparecer para siempre.
Así fue como las hadas quedaron muy felices y pudieron regresar a vivir a su bosque.
Nerea
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