Cuando llegaron al desván Micifú, sorprendido, le dijo a Bigotes:
- Antes estaba más sucio y abandonado, se nota que los nuevos dueños, lo cuidan más.
Los dos gatos, después de recorrer el desván durante un buen rato, decidieron volver al salón y allí pasaron el resto del día tumbados al lado de la chimenea.
Y así se acabó la excursión sin un mísero ratón.
Lucía
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